Un viaje surgido de la nada…sólo hacía falta meterse en la
página de ryanair una noche, ver que había vuelos por 3 euros y cogerlos, ya
estaba liada la cosa. Así podríamos comprobar con ciudad nos quedaríamos, con
Praga o Budapest (guiño guiño)
Aunque cogimos vuelo 6 personas al final sólo pudimos irnos
5.
Salimos de Torino a las 5 de la tarde rumbo a Milano, desde
donde teníamos el vuelo (siempre hay que ir con tiempo). Una vez en el
aeropuerto, cenamos nuestros ricos bocatas de casa, sentados en un macdonalds,
al puro estilo español. Ya estaba todo listo, horita y poco de viaje y
aterrizamos en Budapest.
Como el transporte público en esta ciudad se termina a las
23:00, Sara, muy previsora ella, contrató una empresa para que nos recogiera.
Su sueño se hizo realidad, un señor con un cartel bien grande con su nombre,
esperándola en el aeropuerto. Que pena que no fuese un auténtico maromazo. Con
una furgoneta al estilo gitano, pusimos rumbo hacia nuestro albergue. Estábamos
algo cansados, así que tras planear un poco lo que veríamos al día siguiente,
nos fuimos a dormir.
Amanesiaaaa en Budapest, un sol espléndido, todos veraniegos
y dispuestos a patear. Esa mañana decidimos hacer un freetour. Hubiese sido
perfecto, pero era en inglés, y entre el calor que hacía y que la tía solo nos
contaba historia e historia, acabé poniendo el automático y hacer mi propio
freetour. Lo que me quedo claro es que Budapest es una ciudad surgida de la
unión de 2, Buda(parte antigua, en cuesta) y Pest(más moderna y llana), separadas
por el Danubio y unidas por el puente de las cadenas, que se conoce así, porque
la estructura recuerda a la cadena de una bicicleta. Nunca hay que confundir
Budapest con Bucarest, aunque sólo se diferencien en una letra.
Esa mañana nos quedamos en Buda, y nos fuimos a comer con
los del freetour, a un sitio típico húngaro. Comida muy especiada, pero rica.
Ya por la tarde y con un calor increíble, fuimos al Bastión
de los pescadores, donde había unas vistas geniales de la ciudad.
Lo mejor del día aún estaba por llegar, las termas. Es como
un pequeño balneario español, con piscinas de diferentes temperaturas, tanto exteriores como interiores, chorros, saunas
de 50 grados asfixiantes, saunas con aroma, y lo mejor de todo piscinas de agua
helada que te dejan con esa sensación increíble de bienestar corporal. Tantas burbujas y temperatura había, que a unos les daba por jugar al ajedrez dentro del agua y a otros por hacer marranadas.
Como el agua dicen que da hambre, cierto es, y más aún si llevas una solitaria en la barriga, como le pasa a Javi, pasamos rápidamente
por el albergue para ponernos un poco decentes e irnos a cenar. Esta vez tocaba
guarro, hamburguesita casera húngara.
Después de cenar fuimos a uno de los sitios típicos de
Budapest a por unas cervezas. Es una antigua fábrica, que por fuera parece un
edificio en ruinas, pero que por dentro es un bar gigante, con diferentes salas
decoradas con cosas encontradas en la calle. Estuvimos media hora hasta que
encontramos la barra de los cócteles, y una vez encontrada, y como siempre pasa
con el cambio de moneda, no teníamos suficiente, asi que la cerveza sustituiría
al mojito.
La decoración de la fábrica no me sorprendió tanto cuando al
ir por la calle encontrabas montañas de mierda, con personas sentadas en silla
de mierda, supuestamente esperando a vender esa mierda, cuando digo mierda es
mierda, todo lo que les sobraba en casa lo sacaban a la calle, muebles, trapos,
televisores, cables, calzoncillos…lo extraño, es que sólo lo vimos esa noche, a
la mañana siguiente todo había desaparecido.
Primer día finalizado, a ponerse el pijama (Javi, tu ya si
eso duermes en calzoncillos que tu pijama estará muy bien dobladito sobre tu
cama en Torino. Y ya si eso, le das la vuelta a los calzoncillos para que no se
note que son repetidos. Cuidado con los pedos pintores).
Por la mañana y después de repetir en el sitio del desayuno,
comenzamos a caminar por el barrio judío, vimos la sinagoga, y terminamos la
mañana en el mercado, donde comimos en puestecillos otro poco de comida húngara
especiada.
Por la tarde y después de un cafetito fuimos al parlamento,
a ver el monumento a los caidos (son zapatos colocados a la orilla del Danubio)
y a ver también la Isla, donde justamente se estaba celebrando el record guiness
al mayor número de parejas dándose un beso, ahí en todo el meollo estuvimos.
Comenzó a llover, asi que nos refugiamos en un bar a echar
una rica cerveza.
Ya no teníamos más noches de albergue, no nos merecía la
pena, así que, a cenar nos fuimos por una de las calles principales, como
habíamos sacado más dinero de la cuenta decidimos pegarnos una cena de señores
(todos sacamos dinero menos Élena, que ha adquirido el nuevo poder de desmagnetizar
tarjetas). Entramos a un sitio, donde
queríamos comer una montaña entera de carne que habíamos visto por la tarde, y
ya si eso, una ensalada como acompañante. Nos atendió un señor gordo bigotudo,
que nos dijo, que no podíamos pedir solamente eso, que teníamos que pedir un
plato por cabeza, y claro, la ensalada no contaba como plato…fue el momento de
decir HOLAAAAA…la ración de carne es enorme….HOLAAAA…no nos queremos poner como
tú….HOLAAAA….nos levantamos y nos fuimos.
Indignados, nos fuimos a otro sitio. Un camarero que sólo
miraba al suelo y decía aja aja nos atendió. Volvimos a pedir carne, ensalada,
y otro plato de aperitivos húngaros. Nos trajo un plato dividido en tres. Media
hora esperando a que trajera el resto, y el camarero no venía. Total, que no
nos había entendido una mierda de lo que le habíamos pedido, la cocina ya
estaba cerrada, así que después del mini aperitivi, nos fuimos. ¿Holaaaa? No
entendíamos la mala suerte que estábamos teniendo…así que decidimos ir a la
fábrica en ruinas y pedir un panini de bacon y queso, a lo seguro. Sería una
noche larga, hasta las 4:30, no cogeríamos el taxi para el aeropuerto. Así que
con cervezas y juegos se nos pasó rápido la noche.
Nos fuimos a la consigana del albegue a por las maletas, nos
pusimos ropa más abrigadita y al taxi. Nos quejamos de cómo conducen en Italia.
A parte del mareo que tenía encima, temí en varias ocasiones por mi vida a
bordo de ese taxi.
Ya estábamos de nuevo en el aeropueto…madre mia que
perezaaaaaaaaaa…nos esperaba un viaje de vuelta cojonudo!!!
Ahora es cuando os digo…que me quedo con Praga!!! Ya sabemos
la respuesta!! Pero como siempre, ha sido un viaje increíble, gracias chicas y
gracias chico con reloj gay. Chorsss!!









menuo viajecito!!!intenso pero bien aprovechado...y os daria tiempo a ver el partido de spain???que no hay que olvidar las raices!jajaja...
ResponderEliminarcuidate mi canica!!=P