jueves, 24 de noviembre de 2011

Niza, Montecarlo y Susa

Aprovecho los minutos muertos en el laboratorio (momentos en los que los cerebritos de ratón está poniéndose duros y firmes para poder congelarlos después, es decir, esto va para mis biólogas, están en proceso de inclusión en acroleína), para contaros como siguen las cosas por Torino.

Después de la partida de la familia y la llegada de cartas procedentes de España, me entró ese momento de bajón erasmus. Escasa media hora, nada de que preocuparse. Quizá el tiempo no ayudó demasiado, puesto que empezó a llover y no paró hasta casi una semana después. Crecida del río, inundación de una de las zonas de fiesta, y parada de algunos autobuses, en Torino, ninguna pérdida que lamentar.

La siguiente semana comenzó con un Sol espléndido, y empezó también con ganas ganas de preparar una escapada, pero esta vez había que dormir fuera de Torino. Nos reunimos todos en la resi, y se decidió Niza y Montecarlo. Buscamos albergue, cogimos billetes de tren y listo. Sábado por la mañana, a las 7:30 para ser exactos, con cara de sueño, salimos de Torino. Llegamos a Niza, primera parada, sobre las 12:30, un tiempo genial, directos al albergue, problema, las habitaciones aún no están preparadas, así que decidimos abandonar las maletas, y con bocata en mano todos directos a comer en la playa. Después de tantos meses sin ver el mar, en su plena profundidad, fue una sensación increíble.





Reparto de habitaciones, café y a visitar la ciudad. Paseo marítimo, calles pequeñas y estrechas pero llenas de encanto, con muchas tiendecitas turísticas y algún que otro edificio digno de foto.
Después de la cena (gran ensalada cesar en mcdonalds), comenzó la noche de pijamas. Juegos de cartas, putilámpara, bailes y registro de habitaciones.


Ya por la mañana, nos pusimos rumbo a Montecarlo. Está a escasa media hora de Nizza, así que con maletas y mochilas cogimos un nuevo tren. La estación de Montecarlo, es una mierda, ¿por qué?, porque las consignas están prohibidas, asi que maletas en mano nos fuimos de turismo.

Mucho mucho lujo, el peor coche que te podías encontrar en la calle, un audi. Recorrimos el circuito de fórmula uno urbano, el famoso casino con sus correspondientes aparcacoches de lujo, el parque japonés, el inmenso puerto y como no, visita obligada al palacio de los Grimaldi.
Una recomendación, no compréis jamás una botella de agua en Montecarlo, 3 euros, y si, por una de las pequeñas.







La vuelta a Torino, después de dos días geniales y con solito, se hizo algo dura. Además comenzaba la semana de la muerte de los ratoncitos en el laboratorio, y aún sabiendo que nacen y viven exclusivamente para morir en las manos de un científico, no te deja de impresionar, y más, cuando llevas con ellos desde hace 2 meses. Pero bueno, sólo había que aguantar hasta el fin de semana. Esta vez, sólo haríamos excursión de domingo. ¿Lugar elegido? SUSA. Es un pueblecito a una hora de Torino, de estilo medieval, rodeado de montañas, vamos un pueblo de esos con encanto. He de confesaros que todavía sigo buscando el encanto. Para pasar una tarde de domingo, no está mal.

Este finde, será de relax, me quedo por Torino. De relax, hablando en términos viajeros.

¿Próximo destino? Ni yo misma lo se aún. Eso si, en un mesecito, nos vemos en España. Cuidaros mucho, y no me olvidéis.

Pd: esta semana cumplen años dos personas muy especiales. Que paséis un día muy feliz. Estoy deseando veros.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Link House

Pues hoy, y puesto que llevo dos días aquí encerrada porque no para de llover, os voy a enseñar donde y con quien vivo, es decir, mi residencia, la Link House.
Me recuerda a mi resi de Salamanca, familiar y pequeña, pero sin monjas, aunque si tenemos a Francesco, el representante del jefe, que de vez en cuando se pasa por aquí y empapela las paredes y puertas con folios llenos de notas, reunión hoy a las 7, está prohibido fumar, la cocina está sucia…

Tengo mi propia habitación, que es de las más grandes, y mi propio baño. Es exterior, da a una calle gigante, corso Stati Uniti, y bueno soy la envidia de la residencia, o lo era al menos cuando había más horas de luz, ¿por qué?, porque tengo persiana, normal y convencional, vamos que aquí el Sol sólo entra con mi permiso.


Luego está mi cocina, mía y de otros 5. Tenemos lavavajillas, horno, microondas, dos frigoríficos. Vamos que está perfectamente equipada, y si estuviera igual de limpia ya sería la releche. Hay otra cocina en la que están mis otros 5 compañeros.
En esta cocina se han preparado cenas tan estupendas como la que os enseño en esta foto, ¡qué viva la comida española!



El saloncito, con sofás, muy acogedor, con televisión y dvd. Aquí es donde montamos las fiestas y donde nos juntamos para las sesiones de cine.



En cuanto a las instalaciones poco más que decir. Ahora os voy a presentar a mis compañeros de piso.

Empiezo por las chicas. Una es de Valladolid, se llama Isa (es la chica de la camiseta de flores). Cuenta unos chistes geniales y prepara unas ensaladas deliciosas. Sobretodo me encanta compartir con ella las horas de té.
La otra chica se llama Laura, es de Monzón, ¿no conocéis Monzón?, pues yo tampoco antes, pero vamos, que debe ser muy famoso, está en Huesca. Ha creado la escuela de las patatas ardidas al microondas, os las recomiendo.


Ahora los chicos, primero los españoles. El que aparece en la foto con las chicas es Guille, de Granada. Es mi hermano de la residencia. Comparto todo con él, y prepara unas delicias gastronómicas dignas de Ferrán Adriá.
Los otros 3 españoles se llaman Jorge (justo a mi lado con polito), Arturo (vaso en mano) y Julio (camisa de rayas rojas). Jorge es de Zaragoza, mi vecino de enfrente. Arturo y Julio son de Córdoba, los desgraciados que tienen una beca de 600 euros.



Y en esta última foto, están mis compis internacionales. El calvito se llama Giorgio, es brasileño, pero no es de los típicos que bailan capoeira. El de la camiseta de peace and love se llama Roberto, el único italiano de nacimiento. El otro de las gafas se llama Amir, es persa, si si, pero lleva mucho tiempo viviendo en Italia, y habla perfectamente italiano.



Si, hay otro chico, justo mi vecino de al lado, pero es raro, que le vamos a hacer, no tengo fotos de él, vamos que me le he cruzado 5 veces por el pasillo y da gracias. Se llama Joaquim, y también es brasileño.

Estos son parte de mi familia italiano. Pero hace cosa de una semana vino a verme mi verdadera familia, la española. Tuvieron suerte de pillar unos días estupendos. A parte de ver todo Torino, decidimos alquilar un coche, durante dos días, y estuvimos de excursión por la región del Piamonte, que esconde lugares increíbles, como son el lago Maggiore y sus tres islas, y el pueblecito de la Stressa.





Un beso fuerte para todos. Si el río que pasa por Torino, el Po, se ha desbordado, pero nada preocupante. No me olvidéis.